Sin embargo el Catolicismo Apostólico Primitivo Ortodoxo enseña una realidad mas completa sobre el sacerdocio de los fieles: Todos los bautizados somos sacerdotes porque, por la gracia, formamos parte del Cuerpo Místico de Cristo (edificio espiritual).
Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero eleg

El bautismo fue el comienzo pero la unión con Cristo debe alimentarse y crecer. Esto significa que todo cristiano debe continuamente ofrecer su vida al Padre en Cristo, morir al hombre viejo y vivir una vida nueva. Es una relación íntima y constante. Ningún Cristiano es sacerdote por si mismo pero, en Cristo, todo Cristiano debe ser sacerdote, haciendo de su vida una continua ofrenda.
San Pablo le enseña esto a los que ya eran bautizados:
Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual. Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto. -Romanos 12,1-2
Por eso los bautizados tenemos el derecho y deber de ofrecer nuestras vidas y recibir la gracia. Jesús nos ha proveído para ello principalmente por medio de los la participación en la liturgia de la Iglesia y del sacrificio de la Santa Misa.